viernes, 13 de abril de 2007

EL AMANECER


La mañana fría tus manos calientes, el aire seco tus labios mojados, el sol apagado tus ojos llenos de luz, el cielo nublado tu mente despejada, la ciudad seca tu sexo húmedo.

Esa mañana al abrir los ojos, sentí tu respiración, te mire y observándote, sentí una sensación de excitación que me hizo desear en ese momento besar tus labios, tu cara, tus ojos...

Lo que también deseaba, era que no despertaras para así no dejar de mirarte, para poder seguir sintiendo tu respiración tranquila y silenciosa. El ver como tu pecho, sube y baja al compás de tu respiración, es algo que sin querer cada vez me excitaba más.

Al mirar por la ventana de nuestra habitación, el sol que estaba saliendo con su cara sonriente me decía, hazla tuya y tú se de ella.

Me metí en la cama otra vez y empecé a desabrochar los botones de mi blusa del pijama que llevabas tú. Al terminar, tus pechos grandes y firmes, seguían subiendo y bajando al compás de la respiración.

4 comentarios:

ROBI dijo...

Supo usted entre las ganas de pasión que se deslizaron en su amanecer, tomar el fruto de su amor entre tus manos.

Has convertido su cuerpo en el escenario para tu existencia. Ja,ja, y que aquellos que no han tejido entre la noche el fruto de la pasión, sigan pretendiendo encontrar en mil relaciones lo que ya encontraste en esa mujer.

Que envidia, consentiste que el amanecer se deslizara entre su cuerpo, y entendiste el secreto estaba en permitir que se adueñaran de ti.

Un saludo Furtivo.

Chimi dijo...

Furtivo, gracias portener tiempo para mi amanecer.
Recuerdos

Chuÿo dijo...

Fantástico, delicioso momento, comparto esos espacios eróticos en las mañanas.

Pasare más seguido por ésta tu casa.

Anónimo dijo...

No hay duda de que tú y yo sentimos la misma pasión en las mañanas por esas formas que descansan bajo las sábanas.

Como dice Chuyo, yo también pasaré más por acá para ver que nuevos y eróticos textos tienes.