martes, 8 de enero de 2008

POEMA


Como en un libro abierto leo de tus pupilas en el fondo.
¿A qué fingir el labio risas que se desmienten con los ojos?
¡Llora! No te avergüencesde confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves; yo soy un hombre... y también lloro.

Gustavo Adolfo Becquer